No puedo creer estar en casa de nuevo, después de haberme ido diez días a una de las ciudades mas lindas de mi país (Bariloche) junto a las personas que más quiero, mis amigos.

Se paso tan rápido el tiempo, no puedo creer que hace 10 días atrás, el 30 de agosto, estaba preparándome los últimos detalles antes de subirme a ese micro que tanto esperamos con los chicos. Contábamos los días parecía que no llegaría mas, y llego y así como llego voló.

Y aunque me da tristeza que haya terminado, jamás me voy a olvidar lo mágico y único que fue estar allá.

Fue más que boliches, y excursiones, fueron los gritos de los coordinadores cada mañana para despertarnos a desayunar, fue el paisaje hermoso desde la vista del mejor hotel (Huemul), fueron las comidas y las canciones que sonaban una y otra vez hasta quedarnos sin voz, fue sacarnos mil fotos, escracharnos, cagarnos de risa, fue compartir de una semana y tres días con amigos lejos de las familias, sin restricciones, sin tener que dar explicaciones, alejados de los deberes y el colegio, fue locura, baile y no dormir por varias noches seguidas.

Fue llorar por no querer que se termine, fue abrazar a tus amigos fuerte y decirle lo mucho que los amas, fue un “que no se corte”. Y aunque no sepamos que nos depare el futuro, nos de miedo incluso, son estos los recuerdos que siempre permanecerán en nuestra memoria.

Bariloche 2012 definitivamente fuiste lo mejor, gracias.